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El ABC de las Drogas

Gracias a La Ciudad de Frente por esta entrevista. Un gusto platicar con ustedes!

Entrevistamos a la politóloga Zara Snapp con motivo de la publicación de su Diccionario de Drogas publicado por Ediciones B.

 

¿Cómo surgió la idea de escribir un Diccionario de Drogas?

Llevo varios años trabajando el tema de política de drogas y me di cuenta a través de las preguntas que la gente me hacía que —en realidad— no conocemos tanto al respecto. A pesar de que se oye mucho sobre narcotráfico e incautaciones, todavía hay muchos mitos y desinformación sobre las sustancias en específico.

Con una maestría en Políticas Públicas por la Universidad de Harvard, ¿fue fácil el tránsito de una escritura académica a otra más accesible y de carácter divulgativo?

Digamos que ese fue el punto de este proyecto. Es un libro que alguien podría leer en uno o dos días; o lo puedes tener ahí y leer cada día sobre una droga distinta. Es un libro sencillo y con un lenguaje amigable; si el interés es mayor puedes acudir a otras fuentes para tener un análisis de mayor profundidad.

De aquí a diez años, ¿cómo ves el panorama político en relación a la agenda de regulación y legalización de ciertas drogas?

Es un momento interesante a nivel global. Hoy hay casos que hace 5 años eran impensables: está Uruguay que regula la cannabis desde la semilla hasta la venta; o —el caso de Estados Unidos— donde en 23 estados puedes tener acceso a la marihuana medicinal. Espero que en 10 años más gobiernos se sumen a la idea de que la política que han implementado no funciona. Ojalá el acceso a la información lleve a las sociedades a erradicar el estigma y a encontrar la mejor manera de convivir con las drogas.

¿Y en México, quiénes son los protagonistas que están empujando esta agenda de cambio?

A nivel político los diputados Fernando Belauzarán y Vidal LLeranas. En el senado Mario Delgado ha empujado el tema; también la asambleísta Esthela Damián. Organizaciones está Cupihd (Colectivo por una política integral hacia las drogas), un grupo interdisciplinario muy bueno que lleva más de 5 años trabajando el tema; México Unido Contra la Delincuencia; el grupo Espolea, que se dedica a la reducción de riesgos y daños; y el Colectivo Reverdecer, un grupo de jóvenes que trabaja con víctimas de la guerra contra el narcotráfico.

Otra organización que me gustaría mencionar es la Comisión Mexicana de Defensa y Promoción de Derechos Humanos. Ellos han tomado el riesgo al hablar de política de drogas y se han pronunciado en temas como la tortura, la desaparición forzada y las desapariciones extrajudiciales, vinculándolos con la guerra contra las drogas.

¿Realizaste una investigación empírica paralela al proceso de escritura?

Sí, he probado varias drogas ilegales derivadas de plantas; aunque no lo planteo en el libro, esa experiencia está detrás. Sin embargo, en el Diccionario quise llegar a un consenso general ya que las drogas afectan a cada cuerpo de forma distinta.

¿Partiste de alguna definición específica de droga?

Sí. Plantas o sustancias que alteran la conciencia y que modifican la percepción. Además nos enfocamos en las drogas legales e ilegales que se encuentran en México.

¿Quién hizo el diseño de portada?

Ricardo Peláez. Me quedé muy feliz con su trabajo.

¿Qué distingue a tu libro de otros diccionarios? ¿Cuál es su aportación?

La gente podrá leerlo fácilmente. Es un libro que abre la posibilidad de tener conservaciones. No pretende que el lector se convierta en un experto en el tema. Intentamos dejar fuera los prejuicios y los estigmas. También dentro de los apartados de cada sustancia puedes encontrar un espectro de riesgos, lo cual ayuda a los consumidores a tomar decisiones más informadas.

Creo que el libro podrá llegar a un público más amplio. A veces los libros o textos que se publican sobre drogas quedan confinados a un círculo de 20 especialistas.

Si las cosas avanzan por buen camino, ¿dónde ves el primer Coffee Shop del DF?

Pues hay varias opciones. Coyoacán podría ser, ya tiene cierta reputación. También lo veo en alguno de estos sitios hipsters en la Roma. Recuerdan a los dispensarios que existen en Colorado. Y creo que una buena idea —además de los Coffee Shops— serían los clubes cannábicos como los que hay en Uruguay. Crear espacios donde el autocultivo esté permitido, eso evita que las personas acudan al mercado negro.

Ensayo de Genaro Lozano sobre Diccionario de Drogas

 Sigo pensando en el ensayo que escribió Genaro Lozano para la presentación de Diccionario de Drogas.  Me parece una pieza importante, una reflexión interna que cada persona debe hacer. Tenemos que voltear a ver a uno mismo.  Esto es un gran ejemplo de eso.
Muchas gracias, Genaro.

Diccionario de drogas

Posteado por  en Jul 17, 2015 en DrogasJavier SiciliaLibrosZara Snapp | 0 comentarios

Portada del Diccionario de drogas, de Zara Snapp. Publicado por Ediciones B.

Ayer presenté junto con Javier Sicilia el “Diccionario de drogas” de la investigadora Zara Snapp. Siempre que un amig@ me  invita a presentar su libro, me gusta honrar tal invitación y festejar la publicación con un texto. Comparto abajo el que leí ayer.

Soy un usuario de drogas legales. Soy adicto a la nicotina desde hace 22 años. Dos décadas he fumado el tabaco marca Marlboro cuya cajetilla, a un costado me malinforma que contiene 0.7mg de nicotina, 10mg de alquitrán y 9 mg de monóxido de carbono. Digo me malinforma porque no sé si es por cigarro o por los 20 cigarros que me duran tres días. Eso sí, apenas desde hace algunos años las cajetillas traen una leyenda que intenta disuadir al fumador al indicarnos: fumando te buscas una muerte lenta y dolorosa o “el tabaco contiene cianuro, un veneno utilizado como raticida”.

Empecé a los 17. Aprendí el comportamiento del fumador en casa. Recuerdo la primera vez que lo fumé. Mi madre, como si fuera un personaje de la serie Mad Men, me mandó a encenderle un cigarro a la cocina. Tendría yo unos 10 años. Eran la década de los 80. Me dirigí con con su cigarro Raleigh a la cocina. Al no encontrar el encendedor, se me hizo fácil abrir el bóiler e intentar prenderlo ahí. Abrí la compuerta del tanque, acerqué la cabeza con el cigarro en la boca y lo primero que me pasó fue una llamarada en la cara que me dejó sin pestañas varios meses, pero lo que más recuerdo fue el olor a tabaco, el humo entrando en mi boca y provocándome un picor en el paladar. Recuerdo haber tosido y que la primera sensación fue de asco. Años después estaría yo repitiendo el mismo vicio que mi madre y sin entender el porqué.

De la serie Mad Men.

 

 

 

 

 

Leo el diccionario de Zara y aprendo un poco más sobre mi vicio. Por ejemplo, de las notas curiosas me entero de forma rápida que el tabaco se planta en México desde 1400 aC y que los españoles lo usaban como planta ornamental. De los datos preocupantes, me entero que el tabaco mata a millones de personas cada año, que causa mayor probabilidad de infartos, cáncer de pulmón, boca y páncreas, que la nicotina es machista, sexista y un instrumento del patriarcado pues reduce la vida de las mujeres en 14.5 años, mientras que la de los hombres solo en 13.2. Mi usual hipocondría se aminora al saber este último dato. Me entero también que ayuda para algunos síntomas de la depresión y la epilepsia y como alguien que ha sufrido de ambas, entiendo porque me ha costado tanto dejarlo. He intentado dos veces, sin éxito. Espero que la tercera sea la vencida, como con El Chapo.

Zara y Sicilia.

 

Soy un usuario de drogas legales. Una de mis drogas favoritas de niño era la cafeína que tomaba en la Coca Cola cuando la había en casa en lugar de las aguas frescas. Desde hace como unos 20 años también tomo diariamente unas 5 o 6 tazas de café bien cargado, express doble, usualmente.

 

Cafeína, mi primera dosis al despertar porque siento que sin ella no me logro conectar con el día. Mis siguientes dosis antes de dar clases y claro, también saliendo. Una más cuando escribo y otra más, religiosamente, después de comer. Mezclo mis granos en casa y el olor me produce un placer que me ayuda a llevar el día. Leo a Zara y me entero que puede ayudar a disminuir el riesgo de cáncer y, tontamente, prendo un cigarro. Uno atrae el cáncer; el otro lo aleja, pienso y río. El café no lo puedo dejar.

Soy un usuario de drogas legales. Amo los alcaloides como la teobromina y la feniletilamina que contiene el chocolate. Las imágenes que vemos en películas de un rompimiento amoroso que van acompañadas de helado de chocolate o de chocolates al por mayor tienen algo de sentido. Leo el diccionario de Zara y aprendo que el chocolate genera dopamina que nos hace sentir felices. Aprendo también que el mejor es el que no lleva leche ni azúcar, el chocolate negro y pienso en que qué razón tienen algunos cuando dicen “once you go Black, you never go back”.

Soy un usuario de drogas legales. Todas las noches me tomo una copa de vino tinto. Disfruto leer con un buen Malbec argentino, un Cabernet mexicano o un Brunello italiano. Es más hasta hay un argentino que se llama Trío. En las comidas de trabajo pido siempre un aperitivo, un mezcal Madrecuixe o un Clamato con cerveza, eso sí light para que no me crezca la panza. Pienso en el Rubaiyat del poeta árabe Omar Khayyam y me entrego al y sus taninos. Cuando hay fiesta o reunión de fin de semana me tomo unos 5 o 6 o 7 ginebras o vodkas. Leo a Zara y me entero que los franceses y los italianos consumen diariamente alcohol y que si bien los mexicanos no lo hacen, cuando consumen, lo consumen como si mañana fuera el fin del mundo.

Soy un usuario de drogas legales. Si bien no utilizo los sedantes Valium y Diazepam de los que escribe Zara, sí utilizo Rivotril algunas ocasiones porque sufro de trastorno de ansiedad y pánico. Ahorita me sudan un poco las manos de hecho. De mis amigos y amigas y familiares sé historias de que casi todos usan al menos una de esas drogas legales. Sí, mis amigas pueden traer en su bolsa, la cajetilla de cigarros, el celular, el maquillaje, y junto a todo el universo de cosas que una mujer puede traer en su bolsa, o también los hombres que usamos bolsas, así casual también traen sus pastillas de antidepresivos, ansiolíticos o sedantes. Es la posmodernidad en la que nos tocó vivir.

 

Recuerden que hay una petición en Change.org para quitarle el registro al parásito del Partido Verde.

He sido ususario de drogas ilegales. Mi primer lío amoroso era un pacheco empedernido y militaba en el Partido Verde, y esto es lo que me da pena confesar y no lo primero. De mis amigos de la universidad más de la mitad fumaba marihuana en los 90. Así que unos tres años la fumaba ocasionalmente los fines de semana. Y sí, le di el golpe, y sí me pachequeé. A veces con buenos viajes y una que otra vez con malviajes. Eran los años 90 y ese ex lío amoroso del Verde compraba un ladrillo o guato de mariguana por 150 pesos. Para fines del vocablo del siglo 21, ese guato era hoy mariguana orgánica. No la adulterada genéticamente que hoy fuman, por la que pagan miles de pesos y que les dan en bolsitas. Dejé de fumarla y años después volví a fumarla en una fiesta hace como 5 años y fue de los peores errores de mi vida. Me dio un ataque de pánico inmediato. Hoy en las fiestas a las que voy, casi todo mundo fuma. Disfruto el olor, pero no la consumo más. Eso sí, me gusta ver a la gente riendo al absurdo cuando la consumen.

Pese a que la encuesta nacional de adicciones del 2011, que Zara cita en su diccionario, nos diga que solo un 1.2% de la población mexicana la consumió en ese año, lo cierto es que nadie le cree a esas encuestas y lo cierto es que la mariguana está por doquier en México, en todas las clases sociales y en todas las edades. De producción casera o de ingeniería genética. Y como bien cuenta Zara, hay una tendencia global a debatir y aprobar su despenalización. En Uruguay, en los Países Bajos, en varios estados de Estados Unidos, el mayor consumidor del mundo. Es más hace un par de años en California vi un consultorio médico con la hoja de mariguana afuera y con una leyenda que decía: licencias para consumir mariguana medicinal. Me acerqué y saqué la mía en 20 minutos. Escribí la crónica en Reforma a manera de burlarme de lo fácil que es legalmente conseguirla allá. El doctor solo me preguntó por cual razón la necesitaba. Le dije insomnio, depresión amorosa y falta de apetito y me dio mi licencia en un santiamén.

Y mientras, en México seguimos con la absurda política prohibicionista, con más de ¿150, 170, 200 mil? muertos y desaparecidos después, ¿acaso la cifra importa? ¿acaso no nos hemos hecho ya ajenos ante el dolor de los demás, por parafrasear a Susan Sontag? ¿acaso no hemos normalizado ya ese contador de la violencia en el país?

Ni Felipe Calderón ni Enrique Peña Nieto han aprendido la lección. Apenas con la imperdonable segunda fuga del Chapo, el secretario de gobernación Osorio Chong, utilizando un tono formal, decía, y cito, “No habrá descanso para este delincuente, se trata de un criminal responsable de la comisión de múltiples homicidios, de la venta de millones de dosis de droga que dañan a nuestros niños y jóvenes, y de lucrar con la seguridad de las familias mexicanas.” Sin reconocer pues que el paradigma es el equivocado, que es la violencia de la absurda e inganable guerra contra el narco la responsable de múltiples homicidios, de violaciones a derechos humanos en Tlatlaya, de desapariciones forzadas en México, de Ayotzinapa y todas las tragedias que se sumen en los tres años que todavía le quedan a este gobierno.

"Mire Procuradora, por ahí se nos fue El Chapo, la dignidad, el Estado y el sexenio", parece decir el pie de foto.

El paradigma equivocado en lugar de las políticas públicas adecuadas. Una guerra que no se puede ganar con las armas con la que la están combatiendo. Una guerra que ya perdimos y que solo nos está costando vidas. Las armas adecuadas: Prevención, educación sobre drogas, regulación del mercado. Temas todos que Zara Snapp impulsa en sus investigaciones sobre el tema de las drogas y que con este diccionario aterriza para su difusión. Temas que el movimiento de Javier Sicilia ha visibilizado como ningún otro. Temas que nos hacen gritar y exigir No más sangre, No más violencia absurda. No más corrupción.

Esta es pues una invitación a que el diccionario de Zara sea leído, que sea una primera invitación a los padres y madres de familia para que se eduquen sobre el tema de las drogas, para que sepan sobre los efectos, las contraindicaciones, la calidad de las drogas que sí, están a la vista y de fácil acceso en todo el país. Es una invitación para que los legisladores tomen seriamente los debates de la regulación del mercado de las drogas, como están haciendo Fernando Belaunzarán, Mario Delgado y Vidal Llerenas, con información científica, sin tabúes y con valentía y reconociendo que México está entrando tarde a un debate que otras sociedades ya han resuelto o se encuentran a punto de hacerlo.

Es voltear a vernos al ombligo y autoconfesarnos que somos usuarios de drogas legales e ilegales todos los días. Es conocer con responsabilidad los efectos a nuestra salud del cigarro que nos fumamos después de una sesión de sexo, del tequila que acompañamos con una sangrita a la vista de todo mundo en un restaurante, del chocolate que comemos y que damos a nuestros familiares menores de edad, del café que consumimos todos los días, de las tachas que muchos amigos compran fácilmente en las discotecas de la Ciudad de México y que las consumen para bailar música electrónica. De la cocaína que es igualmente de fácil acceso y que muchos consumen en los baños de los bares o de los restaurantes o en sus mismas reuniones caseras, a veces combinada con aspirina o hasta con talco porque hay una ausencia del Estado en la regulación de la calidad de estos productos.

Es reconocer que todos somos corresponsables y que si el paradigma no cambia, si no nos involucramos en la incidencia legislativa, en movimientos como el de Javier Sicilia y en educarnos sobre las drogas a nuestro amado país literalmente se lo va a cargar la chingada.

La Presentación

Muchas gracias a Ernest Ryan por este reportaje de la presentación del libro Diccionario de Drogas.  Gracias a los que nos acompañaron ese día.

Seguimos trabajando!

Presentan el Diccionario de Drogas por Zara Snapp

20 julio, 2015 at 3:28 pm  •  0 Comments  •  20 views

BY 

México D.F, 16 de Julio. Se presentó en conferencia de prensa el libro “Diccionario de Drogas” de Zara Snapp en el Centro Cultural Elena Garro.
Nacida en Veracruz y criada en Estados Unidos, obtuvo su Licenciatura en ciencias políticas en la universidad de Colorado en Denver y una Maestría en políticas públicas en la Universidad de Harvard, actualmente trabaja en la comisión global de política de drogas y es integrante del movimiento por la paz y justicia y dignidad.
Tomando como punto de partida la existencia de drogas de mayor o menor grado las cuales alteran el comportamiento de las personas y siendo algunas de estas aceptadas por la sociedad y otras rechazadas por la misma; es como Zara Snappelabora este diccionario el cual pretende derrumbar los mitos con respecto a diferentes tipos de drogas y aclarar dudas respecto a estas; describiendo sus efectos, orígenes y consecuencias del uso de cada una de las drogas más comunes existentes en el mundo moderno.

Por su parte la autora dijo“Escribí el libro pensando mucho en cómo se puede mejorar nuestro entendimiento de las drogas, hablamos de estas drogas muchas veces sin entender cuáles son los efectos, el libro intenta recrear que es lo que podríamos sentirseñalo la autora en la presentación del diccionario. Cobertura Angular 11-18MX: Nota/Fotos: Ernesto Ryan

Diccionario de Drogas

Over the past year, I have been writing a book.  It was originally going to be about drugs and drug policy, but it has now transformed into a book for young people on drugs.  The Diccionario de Drogas (Dictionary of Drugs) answers questions like what are the risks, benefits, whether you can mix certain drugs and which ones might be worth avoiding.  Since the book is in Spanish, it is doubtful that my US friends will read it, but over the next month, I will be doing media on the book and sharing it across Mexico.

I hope this book can continue breaking the taboo around drugs and begin conversations between families, friends and communities as we try to understand better our relationship with these plants.

The newspaper, Milenio, wrote a nice review of the book here: http://www.milenio.com/firmas/irene_selser/Zara-Snapp-Diccionario-drogas_18_531726830.html

Plantean Agenda de Política de Drogas con miras a la próxima legislatura

Presentan Agenda Legislativa de Política de Drogas

Encabezados por el diputado federal Fernando Belaunzarán, el Colectivo por una Política Integral Hacia las Drogas (CUPIHD) presentó su Agenda Legislativa de Política de Drogas con la intención de llamar a los candidatos que resulten electos para cargos legislativos y ejecutivos a tomarla en cuenta en la próxima Legislatura Federal.

Según explicó el presidente del CUPIHD, Jorge Javier Romero, lo que se pretende es que los siguientes legisladores federales no olviden los temas pendientes relativos al consumo de sustancias prohibidas y puedan luchar para que este tema sea abordado desde una perspectiva de salud.

Fernando Belauzarán enfatizó que los mexicanos debemos ejercer nuestro derecho a la información para poder conocer sobre los beneficios de sustancias que son prohibidas por criterios “caprichosos” y resaltó que en vez de prohibir el acceso a estas sustancias se debe enseñar el “cómo coexistir con las drogas”.

Por primera vez, hizo pública las charlas que tuvieron con la Secretaría de Salud en las cuales se habían llegado a acuerdos en torno a estos temas, sin embargo, la Secretaría de Gobernación (Segob) frenó que se continuaran con ellas, acción que calificó como absurda.

“La elección de EU en 2016 será conocida como la elección de la marihuana”, dijo Belauzarán al destacar que en aquel país el 60% de los ciudadanos están a favor de la legalización de esta sustancia.

Por último, la ex diputada, Elsa Conde hizo un llamado a los candidatos para no dejar de lado esta discusión que ella misma inició en el año 2007 en la Cámara de Diputados para que se deje de estigmatizar y a partir de esto se pueda diseñar una política integral en materia de drogas en México.

Por: Zamira Blas Bernal

Imágenes: Nayely Jiménez

– See more at: http://izq.mx/noticias/28/05/2015/plantean-agenda-de-politica-de-drogas-con-miras-a-la-proxima-legislatura/#sthash.20tJHal4.dpuf

For families of missing Mexican students, answers remain elusive

What really happened in Iguala six months ago when 43 students disappeared? Many in Mexico are still determined to find out, despite government calls to move on.

Christian Science Monitor

Six months after the grisly disappearance of 43 teachers’ college students in the troubled Mexican state of Guerrero, friends and family of the missing spread out across the United States and Mexico to remind the world that the search isn’t over.

Marches took place throughout Mexico, and three caravans made up of the family and friends of the students and activists are traveling to at least 30 US cities to raise awareness about the case and ongoing disappearances here.

“Nothing will change if we stop fighting,” says Omar Garcia, who was with his classmates in Iguala before they disappeared on Sept. 26.

Mr. Garcia and a handful of other students were able to flee before his peers were taken by local police and handed over to a gang, according to government accounts. The gang then allegedly burned the bodies beyond DNA recognition. Six months later, only one student has been confirmed dead by investigators.

“This fight is for all Mexicans,” Garcia says by telephone from Saint Louis, Mo., where he’s traveling with the Caravana 43. “We are trying to take the problems of our country like corruption, government ties to drug cartels, and disappearances to a national and international level.”

Tens of thousands of people have disappeared in Mexico since 2006, leading to a wave of small-scale battles for truth and broader victim’s rights movements. But few have seen the sort of sustained action and awareness that exists now, observers say. Calling attention to suspected disappearances or kidnappings in Mexico can lead to the death or kidnapping of those searching for their missing loves ones.

But the families and friends of the 43 students have not been deterred from their quest for answers. The combination of a history of social mobilization in the state of Guerrero and the shocking circumstances of their case – not to mention their power in numbers – has helped bolster the movement.

“The families aren’t backing down,” says Ignacio Irazuzta, a sociologist at the Monterrey Technological Institute in Monterrey. They’ve initiated their own search for their missing sons, brothers, and nephews, hiring outside investigators, demanding answers from the government, and fighting for access to military barracks, where they fear the young men may have been taken.

“They’re internationalizing this idea of a disappeared person,” Mr. Irazuzta says. “And locally the case and movement has crystallized an opposition to the government.”

‘GREATER CREDIBILITY’

A few thousand people marched down Mexico City’s Reforma Boulevard Thursday evening.

Protestors carried signs and banners, with one reading simply, “six painful months have passed.” Another read, “No one can shut us up,” a reference to both the incessant search for the missing students and the recent firing of a prominent investigative journalist.

So far, the families of the missing students have done a great job bringing attention to their case, says Zara Snapp, the former advocacy director for the Mexican Commission for the Defense and Promotion of Human Rights, which works with relatives of missing persons to promote better laws and build support networks.

“There are so many families involved that the movement can be in many places at the same time,” says Ms. Snapp.

Including the six-month anniversary marches across North America, relatives have gone to multinational institutions like the Inter-American Commission on Human Rights and the United Nations’s Committee on Enforced Disappearance.

The state of Guerrero, where the students disappeared, has a long history of government repression – and social mobilization. In the 1960s and ’70s, state forces killed hundreds of suspected leftist-guerrilla fighters during Mexico’s dirty war, according to a recently released truth commission report. Guerrero is often at the center of large-scale teachers’ strikes and other union protests.

Alberto Díaz-Cayeros, a senior fellow at the Center for Democracy Development and Rule of Law at Stanford University, says the state’s history plays a role in how determined and organized the families have been.

“There’s an aura of greater credibility because this is not just a domestic political issue, but a more universal moral claim,” says Mr. Díaz. “This was a very specific group of students that were politically active and politically aware, in a place that has suffered repression historically.”

Relatives are calling for the government to return the missing students alive. It’s a tragic request given the time that’s passed and the gruesome acts drug cartels in Mexico have proven they’re capable of.

“There’s still no closure. No proof of death,” says Snapp. “Until there’s independent DNA identifying each student, they won’t accept their loved ones are gone. It’s a lack of trust.”

For its part, the Mexican government has repeatedly asked the country to move forward and largely ignored continued criticism about its slow response to the events in Iguala.

In a January speech, President Enrique Peña Nieto said, “I’m convinced that we should not remain trapped in this instant, this moment in Mexico’s history, of sorrow, of tragedy and pain. We just can’t dwell here.”

‘MOVING FORWARD’

Inevitably, the turnout at marches is going to start to decline as other news events and human rights violations emerge, Snapp says. Already, Mexico City marches are visibly smaller than ones in months past. Various banners on Thursday called for action on separate social causes, like water rights and freedom of the press.

“The families will need to figure out what their strategy is moving forward,” Snapp says. “The gravity of the case, the lack of access to justice and lack of closure” make these disappearances and this fight stand out, she added.

Mexico has seen victim’s rights movements in the past. Four years ago, the Movement for Peace with Justice and Dignity galvanized the often-isolated population of Mexicans who lost someone to drug violence or enforced disappearance. This group, too, organized a caravan to Washington, DC to call for awareness in the US. It was also pivotal in pushing for the 2013 General Law of Victims. Groups like this laid some of the groundwork for the families of the 43 students. Now there’s hope that they can work together to keep victims rights issues and attention on enforced disappearances in the public conscious.

Estimates of how many people have disappeared between 2006 – when then President Felipe Calderon declared war on drug traffickers – and 2012 vary widely. Government statistics put the number close to 14,000, while human rights groups say as many as 45,000 have disappeared. But disappearances also happen without recourse on the US-Mexico border.

For Garcia, the surviving student, this fight won’t stop until the families have answers from Mexico’s government.

“We are knocking on doors around the world, saying, ‘Do something. Put some pressure on Mexico. We need our human

Uruguay Cannabis Regulation: Slow but Steady

Since passing the cannabis regulation bill in the Uruguayan Senate in December 2013, the eyes of the world have been focused to see how the law will be implemented.  The Secretariat traveled to Uruguay in February to participate in the TNI/WOLA Informal Dialogue and other regional meetings.  While in the country, the Institute for the Regulation and Control of Cannabis (IRCCA) hosted a day to introduce participants to the details of the law and the current implementation status.

Although the implementation appears to be going slowly, there have been various decrees issued over the last year to guide the IRCCA in their work. Since the government of Uruguay determined that they would first like to meet the non-medical cannabis demand, they have begun working on that, followed by industrial hemp and finally medical and research related cannabis.

The instructions for implementation (reglamentación in Spanish) of the law were released on May 6, 2014 (non-medical use of cannabis). The decree for the use of industrial hemp were released on December 16, 2014 and the decree regarding research and medical cannabis were released on February 4, 2015.

Users will eventually be able to access cannabis via three methods: 1. home cultivation of up to 6 flowering female plants, producing 480 grams annually (which includes registering with the IRCCA), 2. Cannabis clubs which can have between 15-45 members and up to 99 plants, based on the proportion of members (also registered as a civil association and with the IRCCA), and 3. buying through government-run pharmacies.  The first two means of access are already up and functioning, with an estimated 1,400 people registered as home-growers and over 600 people in 14 clubs participating in the cannabis clubs.  While the numbers above are a far cry from the estimated 150,000 occasional users (and about 30,000 more habitual users) in the country, the government has been careful to not rush any part of the process.

The pharmacy model has been the slowest thus far due to the more extensive permitting process.  The IRCCA is currently selecting 3-5 companies (several of them mixed companies which include Uruguayans and a foreign partner) who will be provided with 1 plot of land of 1.5 hectares in which to grow a maximum of 2 tons each.  The state owns the property and has the responsibility of providing security to the plots of land.  When we visited the property on February 11, they were putting up a high, chain-linked fence, with barbed wire at the top and security towers on every corner. The government will provide each company with a selection of seeds that they can cultivate and thus genetically track and THC levels are not expected to exceed 15%.  Discussions with users have shown that sativa is more popular than indica. The companies will be responsible for the infrastructure needed to grow the cannabis, as well as the transportation to the pharmacies for sale.  A fixed price between $1.20-1.50 USD per gram has been established.

Adult users will only be able to buy up to 40 grams of cannabis per month and non-residents will not be allowed to participate in the legal market. The decision of incoming President Tabare Vasquez to appoint Amb. Milton Romani as the Secretary of the National Drugs Council demonstrates a commitment to the initiative and a continuity towards implementing the policy. With the goals of separating markets, offering a high-quality product that undermines the illegal market and protecting users from interacting with organized criminal groups, Uruguay is paving the way towards a new kind of drug policy.  They might not be moving quickly, but each step towards change is secure.

ENTREVISTA CON MILTON ROMANI, EN LA REVISTA, BUSQUEDA

ENTREVISTA CON MILTON ROMANI EN LA REVISTA, BUSQUEDA

La ley de regulación de la marihuana debe ser una “causa nacional” porque en ella Uruguay tiene “empeñado su prestigio” mundial

entrevista de Eloísa Capurro y Guillermo Draper

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Milton Romani

Antes de aceptar el cargo, el nuevo secretario general de la Junta Nacional de Drogas (JND), Milton Romani, quería tener las cosas claras. Por eso se reunió con el presidente Tabaré Vázquez y el prosecretario Juan Andrés Roballo para hablar de la estrategia del gobierno y conocer cuál era su posición respecto de la ley que regula la producción y venta de marihuana.

La conclusión a la que llegó después del encuentro le permitió asumir con tranquilidad el cargo que ya ocupó durante la primera presidencia de Vázquez. “El presidente fue muy enfático diciendo que la ley se va a cumplir”, declaró Romani en una entrevista conBúsqueda.

A menos de una semana de asumir, Romani dará su primera pelea para defender la ley en el ámbito internacional. El nuevo secretario general viajará el sábado a Viena, Austria, para participar en una reunión de la Comisión de Estupefacientes de Naciones Unidas.

Romani no solo defenderá la ley uruguaya, sino que estará al frente del bloque regional que aspira a cambios en la política mundial de drogas. “Uruguay no es la mosca negra de la comunidad internacional, al contrario, es un ejemplo”, declaró. Por eso, añadió, la regulación del cannabis debería ser una “causa nacional”.

A la vez que pelea en el exterior, el jerarca prevé avanzar “a pasos firmes” en la implementación de la norma. Romani no quiere establecer plazos sobre la venta de marihuana en farmacias, uno de los aspectos más polémicos de la ley, porque no hay “urgencias”.

“No me manejo con plazos sino con garantías de que sea eficaz”, sostuvo. “Tenemos empeñado el prestigio internacional y lo queremos hacer lo mejor posible”.

—¿Cuáles serán los ejes de su gestión?

—Los ejes de la gestión no se van a modificar mucho en base a lo que es la estrategia nacional para el problema de las drogas 2011-2015 que redactamos junto con (Julio) Calzada. Los ejes rectores siguen estando allí.

La experiencia de los mercados regulados es una experiencia que vamos a seguir con mucha atención. Si podemos demostrar al mundo que hay otra regulación posible, distinta de la prohibición y la ley penal, creo que es un beneficio para la salud, los derechos y la efectividad del control. Eso va de la mano con otro de los ejes de esta Junta Nacional de Drogas, que es la proyección de Uruguay en la política internacional de drogas. Viajo el sábado a Viena para defender el incipiente bloque latinoamericano que está peleando en la Comisión de Estupefacientes, para que la comunidad internacional se dé la oportunidad de tener un debate abierto, sin tabúes, que incorpore otras miradas.

—¿Eso quiere decir que defenderá la ley de regulación del cannabis uruguaya en el ámbito internacional?

—Quiere decir eso y más que eso. Uruguay va a defender el derecho soberano que le asiste de definir sus políticas propias. Va a defender, a su vez, la necesidad de que la comunidad internacional tenga unidad de acción frente a un problema transnacional que es grave, pero que admita, como hoy en día la OEA comenzó a admitir, la diversidad.

—¿Quiénes integran ese bloque regional que mencionó?

—En principio, México, Guatemala, Colombia—que tienen mucha autoridad para decir que esto no va más—, Ecuador, Uruguay y seguramente se incorporen Brasil, Argentina y otros países que estamos exigiendo que haya un debate abierto. Hoy hay una corriente mundial que está reclamando un cambio. Uruguay no es la mosca negra de la comunidad internacional, al contrario, es un ejemplo en materia de política integral de drogas. Hemos adquirido prestigio y demostrado capacidad de liderazgo, por eso creo que, de alguna manera, tendría que convertirse en una causa nacional.

—¿Qué chances hay de que esa corriente mundial logre cambiar la política internacional?

—Seguramente nos van a caminar por arriba en 2016. Pero lo importante es ir generando una corriente de opinión que vaya marcando hitos. La otra cosa importante es que haya países que estén de acuerdo con recorrer caminos alternativos. El sistema internacional se cae por su propio dogmatismo. Ha sido lo brutalmente duro para no admitir en el lenguaje el término “reducción de daños”, cuando fueron esos mecanismos los que salvaron a Europa de la epidemia de heroína. Se trata de salvar vidas, no de que la gente no consuma drogas. La gente consume drogas, las consumió y las va a consumir. Lo que podemos hacer como políticas públicas es prevenir, reducir daños, convencer a la gente de que no consuma, y si consume que lo haga del modo más higiénico posible, regular el mercado de producción, publicidad.

—¿La ley de regulación de la marihuana uruguaya es la mejor solución para el país?

—Sí, creo que sí. A lo mejor se podría haber ido pautando más por etapas, pero creo que está bastante bien. Es un producto típicamente uruguayo, del Uruguay batllista y estatista.

—¿A qué se refiere con que debió avanzarse por etapas?

—Podría haber sido más progresivo, para no embotarse de entrada con muchas cosas. De hecho se está haciendo así. Los medios se equivocan cuando dicen que falta instrumentar algunas partes de la ley. Se está instrumentando. El registro de cultivadores domésticos roza las 2.000 personas, lo cual muestra cierto nivel de adhesión, hay 15 clubes en trámite de habilitación. La parte más compleja que supone crear un mercado de producción y distribución está llevando un poco más de tiempo. Ahora se enlenteció más, de común acuerdo con el gobierno saliente. Calzada y (Diego) Cánepa querían sacar adelante el mercado antes de terminar el gobierno, pero convinimos en que había que tomar tiempo. No hay ningún apuro. La nueva administración empieza ahora a pautar los ritmos. Lo más importante de esta experiencia es que el consumidor se adhiera, porque puede ocurrir que cualquier traspié estúpido te demore y te haga caer. Si tengo toda la producción y el software no está afinado, puede ser un problema. Imaginate que un consumidor vaya a la farmacia a comprar y le digan que el software no está pronto. La ley empezaría a perder confiabilidad. De la misma manera que si vos largás una gran producción de marihuana, estás recontra tupido, y todavía el consumidor no empezó a acceder naturalmente, ¿qué hacés?¿La quemás?

—La expectativa está puesta en que comience la venta en las farmacias. ¿Hasta dónde se cumple con el objetivo de combatir al narcotráfico si eso no se instrumentó?

—Sé cuáles son las expectativas y las presiones. Pero no tenemos ninguna urgencia ni alarma social que cubrir con esto. No me manejo con plazos sino con garantías de que sea eficaz, eficiente. Lo comparo a otras urgencias: en 2005 teníamos cuatro camas para atender problemas de drogas y cuatro espirómetros en todo el país. Teníamos un grave problema con el lavado de dinero y Uruguay ingresaba a una lista negra de no colaboración. Eso sí era una urgencia.

—El gobierno pasado se había puesto plazos muy estrictos. Al ver que la implementación se enlentece surgen dudas en cuanto a que se concrete la venta en farmacias.

—Voy a responder desde el compromiso personal que tengo con esto. Di mi carita en todos los foros internacionales por esta ley. Fui embajador ante la OEA y la defendí con uñas y dientes, me enfrenté con la JIFE. Acepté este cargo porque esto camina y va. Ahora, esto camina y va con pasos firmes pero seguros. Por eso no quiero fijar plazos.

—Cuando Vázquez era candidato cuestionó la venta en farmacias. Ese mensaje y el enlentecimiento de la aplicación son los que despiertan preocupación entre los defensores de la ley. ¿Hay chances de que parte de la ley no se implemente?

—No fue lo que hablé con el presidente, ni el acuerdo que hicimos con Roballo acerca del significado nacional e internacional que tiene esta ley, su similitud con la regulación del tabaco y con la futura regulación de la producción y distribución de alcohol. El presidente fue muy enfático diciendo que la ley se va a cumplir. Tenemos empeñado el prestigio internacional y lo queremos hacer lo mejor posible. Se recuerda eso que dijo Tabaré, pero se recuerda muy poco que dijo “¿por qué la cocaína no?”. No creo que esté en los planes del presidente, y yo no se lo recomendaría.

—¿Están pensando en modificaciones a la ley, por ejemplo cambiando los puntos de venta?

—No, para nada. El Centro de Farmacias se ofreció y lo reclamó. Le vio el interés comercial. El ruido lo hizo la Asociación de Químicos, que no son los dueños de farmacias. Por otra parte las farmacias ya venden medicamentos controlados mucho más dañinos y peligrosos que la marihuana. Y el sistema médico hegemónico receta cosas mucho más peligrosas que el cannabis. Tenemos un problema real en el mundo de abuso de antipsicóticos, ansiolíticos y antidepresivos.

—Si bien el gobierno pasado aprobó el decreto que reglamenta la marihuana medicinal, la comunidad médica aún tiene reparos en el uso del cannabis como parte de un tratamiento. ¿Cómo lo ve usted?

—A lo mejor tienen algo de razón. Durante tanto tiempo el cannabis fue una sustancia criminalizada que no hubo oportunidad para investigar, ensayar, discutir y debatir. Pero empiezan a haber evidencias de muchos centros de investigación, que vamos a tener que incorporar al debate científico y a la formación de estudiantes. Empezar a ver para qué sí y para qué no.

—¿Cuánto tiempo puede pasar para que los médicos receten marihuana?

—Por mi conocimiento personal del ambiente médico, con una buena campaña de seminarios científicos tiene que marchar bien. Si hay laboratorios que empiezan a fabricar y producir marihuana medicinal tendrán sus visitadores médicos y ese va a ser otro mecanismo por el cual los médicos se informarán. Eso no quita la responsabilidad que tenemos como gestores de políticas públicas para ayudar a producir conocimiento.

—¿Qué posibilidades recaudatorias puede tener esta parte de la ley?

—Desconozco. Todos nos dicen que nos vamos a hacer ricos (risas).

—Vázquez señaló que si la ley tiene efectos negativos, se iba a revisar la política. ¿Cuáles son los parámetros que indicarían el fracaso o el éxito de la ley?

—(El ex presidente José) Mujica fue más terminante. Dijo: “Si esto no marcha, vamos para atrás”. He dicho en el exterior que si esta experiencia se demuestra ineficaz o genera daños, damos marcha atrás. Pero qué es ir mal e ir bien es el trabajo del comité científico asesor que montamos. Ahora se está tratando de generar líneas de base que nos permitan identificar convivencia pacífica, aplicación de la ley con criterio de proporcionalidad, adhesión al sistema. Todavía no tenemos identificados cuáles son los parámetros para medir. Algunos piensan que el único posible es si aumenta o disminuye el consumo. Para mí eso es una guarangada. Legalizar un sistema hace que la gente pueda decir lisa y llanamente que consume, y antes no lo decía. El sistema no está hecho para incidir sobre el consumo más o menos, sino para un consumo seguro, reducir los daños, fortalecer la salud pública, acercar a quienes tienen un consumo problemático. Y por último para arrancarle un pedazo al narcotráfico. Creo que el único parámetro que vamos a tener de eso es cuando empecemos a recaudar. Si eso repercute o no en los índices de violencia me parece un poco más difícil de discriminar. Me animaría a decir que si el sistema fluye correctamente, el Estado puede proveer un cannabis no tóxico, los consumidores adhieren al sistema, supongo que las otras premisas también se van a cumplir. Si tenemos una proporción importante de gente que adhiere al sistema, eso para mí es un éxito.

“Control” y no una “guerra” al alcohol

—El presidente Tabaré Vázquez mencionó como prioridad de su gestión una mejor regulación del mercado de alcohol. ¿Cuál será la estrategia?

—La Organización Mundial de la Salud es lapidaria con esto: el alcohol como el tabaco tienen una carga de morbilidad de 4,2% de las muertes de la población. Y todas las drogas ilegales apenas llegan a 1,8%. Que el consumo de alcohol hay que regularlo no me cabe la menor duda. Tenés que tener licencia, como en el cannabis, para producir y vender alcohol. Tenés que tener mecanismos de fiscalización para niños y adolescentes, que hay que intensificar. Tenés que regular la promoción engañosa y abusiva que utiliza a niños, adolescentes y jóvenes. Tenés que tener eventos libres de alcohol, como el fútbol. Y lo más difícil de todo es prevenir y educar en un tema complicado, porque todos tomamos alcohol, a todos nos gusta tomar una copa y lo hacemos en casamientos, cumpleaños, despedidas. Es parte de la cultura mediterránea. Yo no voy a hacer una cruzada, ni un combate, ni una guerra contra el alcohol. Pero sí fiscalización, controles y promover el autocontrol.

—En los dos primeros gobiernos del Frente Amplio el Poder Ejecutivo envió al Parlamento proyectos de ley para regular el mercado del alcohol, pero no consiguió que se aprobaran pese a tener mayoría parlamentaria. ¿Qué le hace pensar que ahora sí conseguirán el respaldo político?

—Que lo haya colocado el presidente como una prioridad es un elemento que no lo tuvimos en años anteriores. Eso es una gran ventaja. Hay que crear un gran consenso en todo el sistema político, sea la bancada o los intendentes. El vino es un producto nacional de primer orden que está protegido y promovido, y es fuente de alimentación y producción de muchas familias. En muchos departamentos es una de las principales actividades. Y son sectores que se sienten lesionados, porque ven un ataque a su fuente de vida. La mayor preocupación es encontrar un equilibrio que no lesione intereses legítimos y encontrar la fórmula de fiscalizar. Es cierto que sin un mecanismo impositivo es difícil, pero estoy dispuesto a discutirlo. Hay que debatir y lograr consensos para que nadie se sienta amenazado. Quizás haya que recurrir a un sistema incremental, ir por pasos. Son temas a ver, pero hay un problema de salud pública prioritario.

—¿Hay plazos para presentar un proyecto de ley?

—No. Lo voy a hacer lo antes posible para no dilatarlo. Hay que revisar lo bueno que tenían los articulados anteriores y conversar con mucha gente.

—¿Antes de eso se van a incrementar las campañas contra el consumo de alcohol?

—Se han hecho campañas y se van a seguir manteniendo, porque es una línea central. La droga más consumida y la que más daño hace es el alcohol. El sistema de salud público y privado tienen que estar preparados para intervenciones breves de asistencia a las personas con problemas de alcohol. Tiene que haber algo parecido a las clínicas de cesación tabáquicas.

Cannabis Regulation Updates: Jamaica, Alaska and Washington D.C.

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On Tuesday night, Jamaican lawmakers passed an act to decriminalize small amounts of pot and establish a licensing agency to regulate a lawful medical cannabis industry on the island. The law also provides for religious uses of the plant, an important distinction in the country where the Rastafarian spiritual movement was founded in the 1930s.  The law makes possession of up to 2 ounces (56 grams) of marijuana a petty offense that will not result in a criminal record. Cultivation of five or fewer plants on any premises will now be permitted in Jamaica and tourists who are registered as medical marijuana patients in their home country or state will be able to apply for permits which authorize them to legally buy small amounts of Jamaican cannabis.

Also on Tuesday, Alaska became the third U.S. state to that allows adults to legally consume and grow marijuana for non-medical purposes.  As in Colorado and Washington state, public consumption of cannabis is banned and consumption is limited to those 21 years of age or older. The law allows adults to posses up to an ounce (28 grams) of the drug in public.  Adults will be able to grow up to six plants in their home and possession as much as they can produce from those six plants. The rules for the Alaska law must be rated within nine months of the effective date, which means the regulatory structure is expected to be defined by the end of the year. The revenue from cannabis sales is not defined under the ballot measure and will be up for debate through the state control board. The law was passed with 53.2% of the vote in November 2014.

At 12:01am on Thursday, Washington DC will effectively legalize cannabis consumption and cultivation, however the federal Congress has blocked the establishment of new rules which would regulate the sale of marijuana.  The law will allow adults to posses up to two ounces (56 grams).  The law stipulates that a single adult will be able to grow up to six plants in their house, and each household is limited to 12 plants total. Although the regulatory system has not yet been approved, adults can gift up to an ounce of cannabis to another adult, as long as no money exchanges hands. The bill was approved in November 2014 with 64.9% of the vote.